Según la reconstrucción de los hechos, el hijo mayor de la familia habría tomado un arma —que era propiedad de su padre, Ramiro Damián Rotelo— y disparó a quemarropa contra él.

Su cuerpo fue encontrado tendido sobre el suelo del comedor, ubicado en la planta baja de la vivienda. Por otra parte, también le disparó a su madre y a su hermana de 8 años, para luego intentar suicidarse.

Posterior al asesinato del padre identificado como Ramiro Damián Rotelo, la mujer llegó a gritar por ayuda. “Mató al papá y nos quiso matar”, se la escuchó decir mientras huía ensangrentada de la casa ubicada en el lote K20.

Tras las detonaciones, los vecinos dieron aviso a las autoridades y efectivos de la Policía Bonaerense se hicieron presentes en el lugar a la brevedad. Los uniformados se percataron de que el adolescente aún tenía signos vitales, por lo que fue trasladado junto a su hermana y su madre por el SAME hasta el hospital Evita Pueblo de Berezategui.

“El adolescente ingresó al hospital con un disparo de arma de fuego en la cabeza, fue operado y su estado es grave, con pronóstico reservado”, comentaron fuentes cercanas a la investigación y sumaron: “El chico usó la pistola 9 milímetros de su padre para atacar a su familia. La casa estaba llena de sangre”.

El expediente fue caratulado como homicidio agravado por el vínculo y por el uso de arma y tentativa de homicidio agravado por el vínculo y por el uso de arma en dos hechos y las autoridades trabajan por esclarecer los motivos que llevaron al joven a cometer el ataque.