La semana pasada, el Gobernador tuvo que lidiar con la elección de YPF de desarrollar la planta de licuefacción de gas en el puerto a construir en Punta Colorada, en Río Negro, y no en el ya existente en Bahía Blanca, como estaba previsto. En este contexto, los flancos de Kicillof están descubiertos a causa de un round perdido del que todavía no se recupera políticamente.

En un nuevo embate, mediante el decreto 699/2024, el Gobierno nacional disolvió el Ente de Control y Gestión de la Vía Navegable (Ecovina), un organismo creado por decreto durante la gestión de Alberto Fernández que le daba participación en el manejo de la Hidrovía Paraná Paraguay a las siete provincias ribereñas. Ahora la Nación podrá resolver licitaciones y establecer tarifas de los peajes sin consultar a las provincias, se informó.

El ente regulador creado en 2021 le daba a las siete provincias por las que pasa la Hidrovía (Buenos Aires, Santa Fe, Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Misiones) participación en distintos aspectos relacionados a la gestión de la vía navegable, como la confección de pliegos licitatorios para tareas de dragado y balizamiento y la definición de las tarifas de peajes.

Kicillof al cruce de Milei

En su mensaje, el Gobernador bonaerense da cuenta que la Vía Navegable Troncal es vital para la economía argentina, ya que por ella circula más del 85% del comercio exterior del país. Durante la gestión estatal, la participación de provincias como Buenos Aires, Formosa, Misiones, Chaco, Corrientes, Santa Fe y Entre Ríos en el ECOVINA fue un avance significativo en el debate federal sobre la administración de esta vía. Esta colaboración permitió que por primera vez estas provincias tuvieran voz y voto en la planificación y control de una infraestructura estratégica.


En la misma línea, destacó que la decisión del Gobierno de Milei de disolver el ECOVINA y regresar a un modelo privatizador es un retroceso en la defensa de la soberanía nacional. Esta medida se suma a la falta de avance en la construcción del Canal Magdalena y la falta de una política firme en la defensa de las Islas Malvinas y el Atlántico Sur.

Según Kicillof, la gestión estatal no solo garantizaba un control más soberano sobre la VNT, sino que también era un reflejo del federalismo en la toma de decisiones estratégicas. Por tanto, la Provincia de Buenos Aires se opone a esta visión centralista y unitaria, y defiende el rol del Estado en la gestión de infraestructuras clave para el país.

Una futura suba de peajes

En el decreto mediante el cual se disolvió dicho ente, se argumenta que “desde su creación, no logró un normal o regular funcionamiento, ni ejerció efectivamente las misiones y funciones que le fueron encomendadas, por lo que no alcanzó los objetivos propuestos”. A su vez, el mismo instrumento también apela a la reducción del gasto público como argumento para eliminar el Ecovina.

Las funciones que cumplía el organismo integrado por las provincias ribereñas fueron delegadas a la Subsecretaria de Puertos y Vías Navegables (SPVN), lo que incluye la facultad para realizar la licitación y adjudicación tanto de la traza principal que va desde la zona de confluencia hasta la salida oceánica, como de otros tramos menores y complementarios de la hidrovía.

Al declarar a la Hidrovía como “servicio publico” y sacarse a las provincias de encima, el margen de acción para gestionar el canal de comunicación por parte del gobierno nacional se amplía de manera importante, dado que ahora la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables podrá tomar decisiones sin necesidad de reportar a los gobiernos provinciales. De esta manera, el Gobierno puede poner sobre la mesa la propuesta del aumento del peaje que se cobra en la vía navegable troncal de la Hidrovía del Paraná.