El Gobierno bonaerense y los gremios docentes de la provincia subieron hoy la tensión con críticas y acusaciones cruzadas tras frustrarse ayer la primera paritaria salarial de año con el sector, al tiempo que sindicatos minoritarios de maestros salieron a proponer un paro de 72 horas que impida el inicio de las clases, previsto para el 6 de marzo
El Gobierno bonaerense y los gremios docentes de la provincia subieron hoy la tensión con críticas y acusaciones cruzadas tras frustrarse ayer la primera paritaria salarial de año con el sector, al tiempo que sindicatos minoritarios de maestros salieron a proponer un paro de 72 horas que impida el inicio de las clases, previsto para el 6 de marzo.
La medida es impulsada por ahora por las seccionales disidentes de Suteba –el gremio docente más numeroso de la provincia en números de afiliados-, que conducen el sindicato en distritos de peso como La Matanza, La Plata, Tigre, Bahía Blanca, Quilmes, Berazategui, Ensenada, Marcos Paz y Escobar.
“Con la ‘oferta’ de la gobernadora Vidal, vamos al no inicio de clases con paro y movilización de 72 horas los días 6, 7 y 8 de marzo, dando comienzo a un plan de lucha nacional y provincial”, sostuvo la secretaria de Educación de Suteba La Plata y dirigente de Alternativa Docente, Patricia Ríos, en relación a la oferta de 18 por ciento en cuatro cuotas ajustables por inflación que ayer rechazaron los gremios.
Al mismo tiempo, otros sindicatos como el de los médicos de Cicop y los estatales de ATE, ya comenzaron a establecer contactos con docentes y judiciales para converger en una eventual medida multisectorial el lunes 6.
Incluso Cicop y ATE ya decidieron concretar una nueva huelga para la semana del 20 de febrero en fecha a definir: el primero -que hoy volvió a la huelga en hospitales con “alta adhesión”- para dar continuidad a su reclamo por una convocatoria oficial a negociar salarios pendientes del último trimestre del año pasado; y el segundo, para pedir la reapertura de la paritaria 2017 que el Gobierno cerró con una suba del 18 por ciento con la mayoría de los gremios del sector estatal de la ley 10.430.
SIGUEN LOS CRUCES
Por su parte, los gremios docentes más numerosos volvieron a cuestionar hoy la primera oferta salarial que ayer les cursó el Gobierno de María Eugenia Vidal. La presidenta de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), Mirta Petrocini, reclamó que el sueldo mínimo docente pase de los actuales 9.801 pesos a los 13.155 que marcó el Indec en diciembre como límite de la pobreza (una diferencia de casi 35 por ciento). “Ningún docente debe estar debajo de la línea de pobreza” sostuvo Petrocini y reiteró el reclamo para recuperar “entre 8 y 10 por ciento” del salario que el sector dice haber perdido el año pasado por la inflación.
En ese sentido, la dirigente volvió a rechazar la oferta de 18 por ciento de incremento en cuatro cuotas que hizo ayer el Gobierno y advirtió que "en el mes de enero, las noticias fueron sucesivas de aumentos de tarifas, aumentos de naftas, y demás que superan el 30 por ciento".
En tanto, el secretario general de la Unión de Docentes de la provincia de Buenos Aires (Udocba), Miguel Díaz, consideró "lamentable" y "una vergüenza" la propuesta rechazada y le pidió a la gobernadora Vidal “abrir su cabeza y pensar una propuesta racional”.
Desde el Gobierno volvieron a machacar con una estrategia que apunta a asociar el reclamo gremial a intereses político-partidarios, focalizando específicamente en el secretario general de Suteba, Roberto Baradel, al que tildan de “kirchnerista”. “Es un año electoral donde hay gremios muy politizados”, sostuvo el ministro de Educación Alejandro Finocchiaro, y afirmó que “hay un modelo sindical que atrasa, absolutamente ideologizado, que cogobernó el sistema educativo durante los últimos doce años”.
El ministro de Trabajo, Marcelo Villegas, se manifestó en términos similares contra Baradel y el de Economía, Hernán Lacunza, consideró la oferta de ayer como “muy competitiva" porque garantiza a los maestros "que van a empatar o ganar" a la inflación. No obstante, reiteró que el Gobierno no puede “prometer lo que no podemos pagar”.
En cambio, la Gobernadora visitó en su casa a una maestra de la escuela 72 de Villa Jardín, Lanús, identificada como “Nadia”, y la Gobernación difundió la foto donde se observa a Vidal conversando amablemente con la docente, lo que de algún modo contrasta con la dureza de los intercambios de las últimas horas con los gremios.